viernes, 26 de octubre de 2012


La Escuela de padres


La educación, como proceso que se realiza y verifica íntimamente ligada a la vida y existencia humana y, por vía de consecuencia, unido a cada uno / a de nosotros; se cumple día por día, semana por semana, mes por mes, año por año y durante todo el tiempo que el ser humano permanezca individual y colectivamente en la vida.

Desde el mismo instante en que la madre concibe, en su vientre, el hijo / a, se inicia el proceso de la educación ya que, recibe influencias provenientes del ambiente que le rodea que, poco a poco le van formando y transformando, de acuerdo con el tipo, grado y calidad de esas influencias.

Cuando el niño o la niña nace, el ambiente continúa moldeándolo / a; porque sigue recibiendo su educación en virtud del influjo que sobre él o ella, ejercen las fuerzas y factores que constituyen y definen el mundo o circunstancia que le rodea. Pero, quienes primero ejercen esas influencias educadoras sobre él o ella, son la madre, el padre y luego siguen los demás miembros de la familia. En ese mismo orden continúan la comunidad y la sociedad con todas sus instituciones y poderes.

Desde este punto de vista, la educación se concibe como una necesidad de tipo social, la cual debe y tiene que ser satisfecha por la sociedad a la que pertenecen tanto los / as niños / as, como los / as adolescentes, la juventud y sus integrantes adultos. Para eso es que ha surgido la escuela como órgano social encargado de continuar la labor educativa iniciada por la familia, a través de padres y madres; sin embargo, la escuela sola no puede cumplir, a cabalidad, esa misión de educar a los/as descendientes de la sociedad que corresponden a las etapas de la niñez, la adolescentes y la juventud. Todo esto requiere que los padres y las madres continúen al lado de la escuela, conscientes de que la tarea de educar sistemáticamente, es tanto de ellos y ellas como de la escuela.

Para que los padres y las madres estén en aptitud de participar con eficiencia, en la labor de educar a sus hijos e hijas en unión a los/as maestros/as en la escuela, se necesita que estén capacitados y debidamente entrenados en lo que se refiere a la búsqueda de solución a los problemas que se relacionan con el quehacer educativo. Teniendo presente esa necesidad, la Secretaría de Estado de Educación ha decidido organizar y poner en funcionamiento, en cada centro educativo del País, un espacio que hemos llamando “ESCUELA DE PADRES Y MADRES”.

Es posible que para muchos de ustedes, al hablarles de “Escuela de Padres y Madres”, les resulte algo nuevo de lo que antes nadie más les habían ofrecido informaciones, que les condujera a comprender de lo que se trata, y para refrescarles la memoria a los que ya antes la habían conocido, conviene que formulemos una pregunta y que, a la vez, les ofrezcamos una respuesta que sea lo mas clarificadora posible: ¿Qué es una “Escuela de padres y Madres?

Para dar respuesta a esta pregunta, de modo que resulte clarificadora, debemos pensar en el centro educativo donde los/as niños/as, adolescentes y jóvenes realizan su aprendizaje bajo la orientación y conducencia del o la director/a y los/as maestros/as..

La “Escuela de Padres y Madres” se puede definir y caracterizar como una herramienta de carácter formativo, mediante la cual se busca posibilitar el fortalecimiento de las Asociaciones de Padres, Madres, Tutores y Amigos de los centros Educativos.

En otras palabras, en el que ella representa un espacio de aprendizaje, de reflexión colectiva e intercambios de experiencias entre los padres y las madres de los y las estudiantes del centro educativo, con lo que se busca alcanzar la capacidad de mejorar la gestión educativa en el centro correspondiente.

Es un espacio educativo en el que periódicamente, los padres y las madres, se reúnen para compartir ideas, propósitos, experiencias y realizar actividades en busca de solución a los problemas del centro, bajo el interés de contribuir, de ese modo colectivo, con el mejoramientos y elevación de la calidad del servicio educativo que ahí se ofrece y de armonizar las relaciones entre la escuela, la familia y la comunidad.

Ella constituye un aparte dentro del centro educativo, donde los Padres y las Madres se reúnen periódicamente, para tratar temas que sean de interés para el grupo, establecer estrategias educativas relacionadas con el aprendizaje de los/as estudiantes; así como con los problemas del centro educativo y sus vínculos con la comunidad.

Ya que sabemos, por definición, lo que es una “Escuela de Padres y Madres”, conviene ahora que nos preocupemos por establecer ¿Cuál es la importancia que tiene la “Escuela de Padres y Madres”? o bien, ¿Cuáles beneficios para la educación de los/as niños/as, y para todos los integrantes de la comunidad educativa, ella puede reportar?

Pues bien, si tomamos en cuenta que el propósito de la “Escuela de Padres y Madres” es conducir hacia la sensibilización de los padres y las madres en relación con la valoración del centro educativo como el ambiente donde se desarrollan sus hijos e hijas, eso refleja una gran importancia que se traduce en beneficios significativos tanto para estudiantes, maestros/as, el centro educativo mismo, la familia y la comunidad.

Pero, además, el propósito de la “Escuela de Padres y Madres” invita a los padres y a las madres hacia el conocimiento y la valorización de la labor que los/as maestros/as realizan con sus hijos e hijas y de ese modo, promover una actitud de solidaridad y respeto entre las familias y el centro educativo, eso representa un significativo aporte que, necesariamente, habrá de traducirse en resultados que propenderán a beneficiar sensible y claramente a la comunidad educativa en general.

Los beneficios que la “Escuela de Padres y Madres” puede y tiene que reportar a favor de la gestión educativa, representan el reflejo de la gran importancia que ella tiene para la labor que en los centros educativos se realiza, los cuales se concretizan y se hacen visibles en las ideas que a continuación enunciamos:

Ø Los/as estudiantes habrán de recibir un apoyo mayor de parte de sus familiares debido a que, por medio de la “Escuela de Padres y Madres” estos obtendrán un conocimiento mayor y mas claro del ambiente físico, social, emocional y pedagógico en el que sus hijos e hijas interactúan y se desarrollan.
Ø En razón a los nuevos aprendizajes que los padres y madres habrán de obtener por medio de la “Escuela de Padres y Madres,” eso contribuirá a que las familias tengan mayor conocimientos respecto de sus derechos y deberes en relación con sus hijos e hijas en el centro educativo y, por tanto, ellos y ellas, se sentirán mas protegidos en su papel de estudiantes.
Ø Debido a que, por medio de la “Escuela de Padres y Madres” los participantes, que, son los padres y las madres, llegan a comprender mas y mejor el currículo, así como los proyectos, planes y programas que sus hijos e hijas siguen y desarrollan en el centro educativo, eso contribuirá a que la familia asuma un rol de mayor compromiso frente al desarrollo integral de ellos y ellas.
Ø Además, la “Escuela de Padres y Madres”, al conducir a que los padres y las madres comprendan mas y mejor a sus hijos e hijas, está ayudando, de ese modo, a que en los/as estudiantes se eleve significativamente la autoestima, así como el espíritu de confianza en sí mismos y en los demás.
Ø Como la “Escuela de Padres y Madres”, fomenta, clarifica y amplia la capacidad valorativa de los padres y las madres respecto a los/as docentes y del trabajo de estos/as, eso habrá de provocar que ambos/as (padres y madres, maestros y maestras) asuman, por igual, actitudes solidarias y de cooperación de la familia hacia la escuela y de esta hacia la familia.
Ø La “Escuela de Padres y Madres” constituye una herramienta que tiene una importancia de primera magnitud para la Dirección del Centro Educativo, la cual se pone de manifiesto a través de los beneficios que habrá de reportar en apoyo a la misión de dirigir, por cuanto le ayuda y le da facilidad en la labor de organizar la escuela.
Ø También apoya la dirección del centro educativo en su empeño por granjearse la solidaridad y la cooperación de las familias en beneficio de la labor que ahí se realiza con los y las estudiantes.
Ø En ese mismo orden, la “Escuela de Padres y Madres” es un instrumento de mucha utilidad para la estructura del centro escolar y de gran significación para la labor educativa, por cuanto está dotada de la capacidad para promover en los padres y las madres, una verdadera cultura de mantenimiento e higiene escolar, la cual se manifiesta en el cuidado del patrimonio físico escolar como muebles, pupitres, laboratorios, útiles escolares, etc. con lo que se garantiza el confort y se le brinda seguridad a la vida de los/as estudiantes.
Ø Puesto que, mediante el accionar de la “Escuela de Padres y Madres,” se mejora sustancialmente la calidad del servicio que las asociaciones de Padres y Madres pueden ofrecer, eso se traducirá en un beneficio significativo a favor de la gestión democrática del centro escolar.
Ø De igual manera, la importancia de la “Escuela de Padres y Madres, se pone de relieve, a través de su contribución efectiva, en el fortalecimiento de los lazos psicológicos y afectivos que deben existir entre los miembros de la familia, así como en la ayuda que proporciona para el conocimiento de las dificultades que hijos e hijas enfrentan durante el proceso de su aprendizaje.
Ø Otra importancia de la “Escuela de Padres y Madres” radica en hecho de que es una puerta abierta de invitación a los padres y las madres, en el sentido de que se capaciten mas y mejor para que su participación a través de la Asociación de Padres, Madres, Tutores y Amigos del Centro Educativo, sea cada vez más efectiva y eficiente.
Ø Por medio de la “Escuela de Padres y Madres” se promueven y fortalecen las relaciones entre escuela-comunidad y entre comunidad-escuela con lo cual se favorece el mejoramiento de la conducta ciudadana y comunitaria de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de ambos sexos.
Ø De igual manera, mediante la labor que la “Escuela de Padres y Madres” realice, se promueve el espíritu de solidaridad en los jóvenes, niños y niñas en apoyo a los trabajos comunitarios y en la búsqueda de mecanismos de prevención frente al consumo de sustancias tóxicas y en respaldo de acciones encaminadas hacia el control de la delincuencia y disminución de la violencia en el hogar, la escuela y la comunidad.
Ø Y, además, a través de la “Escuela de Padres y Madres” se fortalece la autoestima entre los integrantes de la comunidad, gracias a la capacitación que ahí reciben, por lo cual, el centro educativo se aboca a transformarse en el eje integrador de las acciones que habrán de impulsar el desarrollo comunitario.

Todas las ideas que acabamos de enunciar y de otras a las que no hemos dado cabida aquí, representan un reflejo con suficientes signos de claridad, que acusan y explican la gran importancia y la indiscutible significación que la “Escuela de Padres y Madres” tiene en beneficio de los/as estudiantes, los/as maestros/as, la Dirección del centro educativo, la familia y de la comunidad en general.

Es en virtud a lo que hasta ahora hemos dicho, que nos estamos inclinando reverentes ante todos los presentes, en el sentido de invitarles para que asuman el papel de promotores activos y dinámicos, a favor de la “Escuela de Padres y Madres,” que, desde ya, habrá de funcionar en cada centro educativo del País. Con esa contribución que ustedes hagan a favor del funcionamiento de este instrumento para el fortalecimiento de la labor educativa que el centro escolar correspondiente realiza, estarán aportando el granito de arena necesario para impulsar el desarrollo nacional.

jueves, 25 de octubre de 2012

Claves para ser una Familia Feliz


Claves para ser una Familia Feliz

Padres e hijos: Claves para ser una familia feliz
Debes evitar que el estrés te impida estar al lado de los tuyos. Para que la familia esté unida es muy importante pasar tiempo tiempo juntos. Disfrutar del ocio te ayudará a unirte a ellos, pero también lo hará compartir tareas y obligaciones.

1. Conocer lo que nos hace bien

Cuando las cosas no marchan sobre ruedas, es el momento de tirar de nuestras reservas de energía.

¿Cómo hacerlo?

Parece una tontería, pero si lo probamos, nos sorprenderá el resultado: pongamos a los niños a hacer un póster sobre "lo me hace bien cuando me va mal". Necesitas una cartulina grande, papel, colores, un pincel, revistas, catálogos, pegamento y tijeras. El niño puede pegar en la cartulina recortes de todo lo que le hace feliz, o bien puede pintarlo.
Es muy importante no interferir cuando el pequeño busca cómo relajarse. Cada uno tiene que averiguar por sí mismo lo que le hace bien. Por cierto, tampoco estaría nada mal que los padres también se fabricaran un póster de "lo que me hace bien cuando me va mal".

2. Expresar los sentimientos

La rabia, el dolor y la tristeza de los niños no desaparecen solos, aunque a los padres nos gustaría que fuera así de fácil. De hecho, sucede todo lo contrario, a veces, si los ignoramos estos sentimientos se vuelven más intensos, y para todos los implicados será más difícil manejarlos. Debemos:
  • Aceptar los sentimientos de nuestro hijo e intentar comprender por qué se siente así. Puede que esté estresado porque le exigen mucho en el colegio, por problemas con sus amigos o porque no tiene suficientes cosas en su vida que le alegren la existencia.
  • Pensar en nuestras propias experiencias nos ayudará a entender cómo se siente. Hay que hacerle saber que le comprendemos y nos solidarizamos con él, pero sin caer en la tentación de darle consejos.
  • Cuando se haya calmado, intentaremos encontrar formas adecuadas para expresar esos sentimientos. Por ejemplo, si al pelearse con un amigo, nuestro hijo se ha disgustado tanto que le ha dado una patada, le ayudaremos a superar el sentimiento de rabia y le indicaremos cómo comportarse mejor la próxima vez.

3. Mantener bajo control las Peleas entre Hermanos

Aunque a veces nos parezca que nuestros hijos se pelean constantemente, la mayoría de las veces es mejor no entrometerse y dejarles arreglar solos sus problemas. Los niños que tienen libertad para arreglar sus diferencias, aprenden antes a imponerse, a negociar y a hacer las paces. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar:
  • Quédate fuera de su campo visual. Así, evitarás las peleas "de mentira", en las que los niños pueden hacerse daño solo para provocar la intervención de un adulto.
  • Cuando uno de los hermanos siempre sale perdiendo debes actuar. En ese caso debes confirmar al más fuerte su superioridad física y enseñarle a usar su fuerza para ayudar a los demás, no para imponer su voluntad.
  • Conviene que cada niño tenga su propio círculo de amigos. Los hermanos pueden jugar juntos, pero no tienen por qué hacerlo.
  • Es importante dedicar a cada uno de los niños, como mínimo, una hora y media en exclusiva a la semana. El niño debe darse cuenta de que ese tiempo es solo para él, aunque hagamos alguna tarea mientras tanto. Esta dedicación hará que se sienta más querido y le aportará equilibrio emocional.

4. Confiar en las facultades de los niños

Debemos pensar muy bien si es estrictamente necesario decir "no". Si no es realmente adecuado, es mejor dejar hacer al niño. Te sorprenderá lo bien que se arregla solo y cuánto sosiego aporta esta regla a nuestras vidas.

5. Regalar recuerdos

El día de su cumpleaños sería un bonito regalo escribir a nuestro hijo una carta relatando los acontecimientos más importantes, sus progresos y sus actividades favoritas a lo largo de todo el año. De esta manera, el niño tendrá una versión muy individual de la historia de su vida. Al cumplir los 18 años, como regalo especial, podemos encuadernar todas las cartas en forma de libro.

6. Repartir las Tareas de la Casa

Primer paso:

Haz una lista de los trabajos domésticos y dale una copia a cada miembro de la familia. Al lado de cada tarea, escribirá su nombre la persona que decida asumirla.

Segundo paso:

Cada uno anota junto al trabajo si...
  • Le gusta.
  • No le gusta demasiado.
  • No le gusta en absoluto.

Tercer paso:

Todos los miembros de la familia deben dar su opinión y valorar los trabajos que ellos no han marcado.Es el momento de intercambiar tareas o llegar a acuerdos. En cuanto a los trabajos que nadie quiere hacer, se recomienda establecer turnos. Podéis cambiar las tareas cada determinado tiempo para que pasen por todos sin que nadie se sienta discriminado por ser el único al que le ha tocado.

Cuarto paso:

Se llega a un acuerdo en cuanto al periodo de tiempo para asumir las nuevas tareas. Después se intercambian opiniones y, si fuese necesario, se fijan cambios y mejoras.

Quinto paso:

A los niños les costará menos cumplir con lo acordado si el grado de dificultad de las tareas sube de vez en cuando, esto es, no mandarles siempre las cosas como sacar la basura o secar los platos. A muchos les resultan más atractivas las tareas de más responsabilidad, como poner y vaciar la lavadora, cuidar las plantas o cocinar.También les encanta todo relacionado con las cuentas y el dinero.
Los juegos de rol pueden enseñar a nuestros hijos a afrontar las situaciones difíciles de la vida. Para ello, relata de forma breve una situación algo complicada, similar a la que en estos momentos inquieta al niño. Puedes cambiar los nombres de las personas o lugares implicados para que sea más abstracto.
Por ejemplo: "Vamos a jugar al recreo. Tú eres un chico al que le encantaría jugar al fútbol, pero el balón es mío y no quiero que juegues con nosotros. ¿Qué harías?"

8. Sobrellevar el aburrimiento

  • El aburrimiento forma parte de la rutina diaria de los niños. Nuestro papel consiste en pasar esos ratos junto a ellos.
  • Esos periodos en los que no se sabe qué hacer dan mucho juego para ser creativos, pero eso no quiere decir que sean fáciles: el aburrimiento provoca sentimientos desagradables y pone a los niños nerviosos y quejicas.
  • Si tu pequeño es capaz de soportar la tensión interior, finalmente intentará remediar la situación por sí mismo.
  • De estos ratitos puede surgir cosas tan extraordinarias como una casa de muñecas de varios pisos hecha con cajas de zapatos.

9. Mantener la calma

En el día a día de la educación de los hijos hay que reaccionar con rapidez. Te ofrecemos algunas ayudas simbólicas que te pueden orientar:
  • Tener siempre una brújula a mano. Nos indica la dirección y mantiene el rumbo educativo incluso en momentos de alta tensión. Para disponer de ella debemos fijar las metas educativas y de relación que queremos conseguir y pensar qué camino nos puede llevar hacia esa meta.
  • Pulsar el botón de pausa. En teoría, significa actuar conscientemente en lugar de reaccionar de forma automática. En la práctica equivale a esperar un momento y preguntarse: ¿Qué está pasando aquí? ¿Cómo debería reaccionar yo?.

10. Establecer la base del orden

  • La palabra "primero" es esencial en la educación. "Antes de jugar en el salón, recoge primero los juguetes de tu cuarto". "Antes de salir, primero hay que ponerse las botas". Con este tipo de instrucciones ayudamos a nuestro hijo a organizar su vida diaria y a saber en qué orden hacer la tareas.
  • Lógicamente, la pregunta es saber cuánto tiempo tiene que pasar hasta que la estructura correspondiente se haya formado en la cabeza del niño. Esta estructura organizativa no se fijará en la cabeza del niño hasta que sea mayor porque la parte del cerebro que contiene funciones como planificar, organizar, tomar decisiones y fijar prioridades es la última que se desarrolla.
  • Por eso, hasta entonces, no nos quedará más remedio que insistir y repetirles todos los días lo mismo.










Los Niños: Grandes Imitadores de los Padres, para lo Bueno y para lo Malo


“Ellos ven. Ellos hacen”. De esta premisa parte la idea del siguiente spot que narra una gran realidad de la sociedad actual: los niños que imitan a sus padres. Desde que nacemos estamos predestinados a seguir los pasos de aquellas personas que constituyen nuestro entorno más allegado y con los que estamos más tiempo.  

Según las leyes de la Psicología Infantil y Juvenil, los niños son el reflejo de la sociedad, es decir,  de las tendencias en la escuela, de los padres, de los familiares y, en último lugar, de los docentes. Todo aquello que suponga el contacto con un ser humano que se encuentre en el ámbito cotidiano del niño, puede ser sujeto de fijación para este.  Es evidente que aquellas personas que compartan más tiempo con el niño son los que marcan más las posibles conductas futuras del niño. Primero el niño pasa por la fase de fijación, luego por la de imitación (o mímica) y, para finalizar, por establecimiento o adquisición de la conducta pero, ¿qué pueden hacer los padres o profesores para moldear a un niño?. 
Bien es cierto que el componente genético influye en la forma de ser y las conductas del niño pero, lo más importante, es saber que el niño pasa gran parte de sus primeros años de vida imitando a sus padres en muchos aspectos: conductas, palabras, entonación, gestos, etc. Campañas como “ si tu lees, ellos leen” han profundizado en gran medida en este aspecto social y educativo.

     
  
Para moldear “un buen niño” es preciso que el padre sea un “buen modelo”. Sabed que estadísticamente hablando la figura paternalista influye mucho más que la madre y que un niño es más fácil que se parezca a su padre que a ninguna otra persona. Volviendo al tema que nos atañe, la sociedad está llena de muchos detalles que empeoran la situación del niño. Hoy día la gente en sí está muy irritada, estresada y cansada y, esto conlleva, a la fácil “expulsión” de insultos, malos gestos, etc. No hay que reprochar a los docentes la mala educación en las aulas, sino más bien al ambiente familiar y de amistad que envuelve al niño.  Si un padre alza la voz a un profesor el niño aprenderá que a esa persona se le puede faltar el respeto y, ¡¡luego no nos quejemos si expulsan al niño por darle una patada a un profesor!!. Es increíble ver como ha cambiado la sociedad en poco tiempo desde que yo estaba en la escuela (y eso que tengo 21 años).  
Antes no existía esa maldad preconcebida en niños de prematura edad pero, no hace mucho, estuve de prácticas en un centro de Enseñanza Primaria ejerciendo como profesor en un cuarto curso y, os confieso, que si un niño se te acerca y te insulta en la cara y luego va y grita tu, como docente, no tienes potestad para coger al niño y ni… válgame si lo hago: gritarle para que se calle y guarde respeto.
Vivimos en un mundo con el respeto perdido, con los malos hábitos muy arraigados y deseando (con más pena que gloria) los tiempos aquellos cuando mis padres, si tenían que discutir o echarse la bronca el uno al otro, esperaban a que me acostara para que así no me influyeran de manera negativa. ¿Dónde están esos padres que callan y guardan respeto frente a sus hijos?, ¿dónde están esos padres que templan sus nervios ante situaciones críticas y sonríen pese a las adversidades?, ¿dónde están esos padres que te inculcan el respeto a grandes cucharadas?, ¿dónde están esos padres ejemplares? 
Yo sé dónde están… olvidados y perdidos en un baúl cerrado con llave oxidada de un tiempo que, no hace mucho, permitían dar un gran y noble ejemplo de educación a sus hijos.



miércoles, 24 de octubre de 2012


La Escuela de Padres

Es un programa formativo-preventivo que realiza el Ayuntamiento de Valencia desde la Delegación de Sanidad y Consumo y a través del Plan Municipal de Drogodependencias desde el año 1994. Planteado desde el marco de la Educación para la Salud y desde la prevención inespecífica (a medio y a largo plazo) del problema de las drogodependencias, contempla como objetivo informar y formar a los padres para el importante, pero complejo, trabajo de actuar como padres.

Todos estamos de acuerdo en reconocer que la función de padres es uno de los trabajos más importante, más comprometido y más gratificante, pero al mismo tiempo más dificil, que pueda haber; pero también que a los padres no se les  proporciona las  herramientas necesarias para  ello. Como señala Thomas Gordon “a los padres se les culpa, pero no se les educa”. La propuesta del Programa de Escuela de Padres es, por tanto, aportar unos conocimientos relacionados con el papel de padres que les puedan servir para mejorar su trabajo como tales. 

El porqué de la Escuela de Padres

En el Plan Municipal de Drogodependencias se ha contemplado, desde siempre, la importancia de la intervención con los padres como un elemento favorecedor del proceso de tratamiento del hijo/a drogodependiente. La intervención grupal a los padres abarcó dos niveles de actuaciones: un primer nivel informativo y un segundo nivel terapéutico. Ha sido desde estos grupos donde surgieron las propuestas de los propios padres de recibir información para su trabajo de padres. Al hablarles en los grupos de la importancia que ellos mismos tienen en el proceso de desarrollo de la personalidad de sus hijos; el cómo desarrollar desde la infancia componentes de la personalidad que pueden favorecer la prevención del uso abusivo de drogas como, por ejemplo: la responsabilidad,
la constancia, la autonomía personal, el autocontrol, la toma de decisiones, la tolerancia a la frustración, etc. (y que ahora, en la mayoría de los casos, es necesario recuperar en el proceso de tratamiento del sujeto drogodependiente). Y ha sido en estos grupos donde hemos escuchado reflexiones y sugerencias como éstas: “esto deberíamos haberlo sabido antes”, o “si en su momento nos hubieran enseñado todo esto...”. Y los padres tienen razón, no son culpables de esas carencias formativas en el rol de padres, sino más bien víctimas de unas circunstancias socioculturales. Por todo ello, la propuesta desde esta situación es clara: intentemos decírselo a los padres en el momento más adecuado. Y ese momento es cuando van a ser padres o tienen hijos pequeños.

A quién se dirige

La Escuela de Padres se dirige, fundamentalmente, a todos aquellos padres que tienen hijos pequeños y/o adolescentes, o contemplan la posibilidad de tenerlos.

Objetivos

La Escuela de Padres pretende dos objetivos. Uno, el desarrollo personal de los hijos mediante: a) ofrecer a los padres la información y conocimientos básicos sobre diferentes temas, con el objetivo de  roporcionarles una mayor capacitación para ejercer su función, b) facilitar más recursos educativos y formativos para promover en sus hijos actitudes, valores, habilidades personales y sociales sanas que les permitan afrontar, de manera responsable, la realidad de su vida, y c) promover el intercambio de experiencias entre los padres asistentes. Dos, la prevención de las drogodependencias: un adecuado desarrollo de la personalidad, unas actitudes y valores sólidos son un buen marco de referencia para decidir NO entrar en el mundo de las drogas.

Para alcanzar los objetivos anteriores se han planteado los siguientes temas, que se recogen en este manual:

• El proceso de socialización a través de la familia.
• La paternidad responsable.
• Padres preparados: estilos y pautas educativas.
• Introducción a la escucha activa. 
• El desarrollo evolutivo del ser humano: infancia, pubertad y adolescencia.
• La personalidad: desarrollo y componentes.
• Las relaciones interpersonales.
• La formación y la educación paterna.
• La ayuda a los hijos en los estudios.
• Actitud de los padres hacia la escuela. 
• La salud en la familia.